domingo, 23 de agosto de 2015

Creí.

Y creí que lo tenía todo para ser completamente feliz, si, eso pensé. Tenía muchas cosas por las cuales debería tener una sonrisa imborrable pero, todo era temporal. Las cosas y las personas siguen ahí, pero mi mente sólo estuvo ocupada un momento. Mi corazón se distrajo un instante. Reí hasta llorar un tiempo. Sigo estando feliz pero, algo me falta... Mi corazón me pregunta qué se siente así, por qué a pesar de estar rodeado de tanto calor, aún siente frío. Es sólo recordar un instante lo mucho que lo extraño, para pensar en que si Él estuviera aquí, mi felicidad sería aún más.

Me siento feliz por haber sido querida de una manera tan bonita pero, es inevitable sentir esa punzada de dolor al pensar en que quizá Él algún día deje de recordarme. Al pensar en que Él es como la Luna, que qué bonito admirarla y qué triste no poder tocarla. Pensar en que mi corazón algún día tendrá que verlo mirar hacia otros ojos. Pensar en que jamás podrá ser mío. 

Veo sus fotos y sonrío con un poco de dolor, es una sensación extraña esto de que recordar a una persona te haga tan feliz y triste al mismo tiempo. Beso su foto y cierro mis ojos. No lloremos, vamos a sonreír, corazón. Aún tenemos muchas cosas por las cuales sonreír, incluso Él es una razón. Con un poco de alegría y tristeza pero, lo es. Y quizá, si el destino se compadece de nosotros, lo volveremos a ver.

Es cierto, eso de que no nos olvidamos de las personas, simplemente aprendemos a vivir con su ausencia. A mi me cuesta, yo no quiero olvidarlo, tampoco quiero que me olvide. Quiero tenerlo siempre en mi corazón. Quiero aprender a vivir sin Él pero, recordarlo una y otra vez. 





Haces falta.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe lo que pienses.