jueves, 26 de diciembre de 2013

Miedo a la hora de dormir

Es inevitable pensar en aquello que causa dolor y es que sé que puedo dejar de hacerlo, distrayéndome haciendo cualquier otra cosa pero, en el pecho siempre tendré esa presión recordándome que algo en mi vida anda mal, lo cual me lleva de nuevo a eso llamado “pensar”.


Y es que de tanto pensar en ello, llegué al punto en el cual me da miedo que el sol se oculte y de pronto sea la hora de dormir. Ustedes dirán, “pero si al dormir te liberas de todos tus problemas por un rato”, yo eso lo sé, pero antes de ese leve momento en el cual dejas de pensar en los problemas y te hundes en tus sueños, existen unos cuantos minutos exageradamente largos en los cuales toca aguantar el silencio de la habitación y que luego de pronto la mente hable en voz alta y te recuerde todo aquello a lo cual le habías estado huyendo el resto del día.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Mi pedacito de cielo

Me atrevo a decir que me enamoré… De tu mirada, tu sonrisa, tus besos, tus abrazos, tu buen humor, del suave sonido de los latidos de tu corazón cuando me apoyaba en tu pecho, de tu sarcasmo, tu impaciencia, tu necedad, tu mal humor, de tus demonios, de tu lado oscuro, me enamoré de ti. Y no es sólo eso, también de cómo me hacías sentir. No digas que no eres bueno para mi, porque estando contigo se desvanecen mis inseguridades y miedos. Deja de decir que no eres perfecto y que jamás lo serás, porque hasta de tus imperfecciones me enamoré, amor. Sé que no eres un príncipe montado en un caballo blanco, pero si eres aquel que le daba alegría a mis días, aquel que me salvaba cada vez que me hundía.


Y es que siempre fuiste mi pedacito de cielo. Estar contigo era como estar entre las nubes, pero también firme en el suelo. Jamás me cansaré de decir que siempre serás mi mejor opción.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Cierro los ojos y...

Es una habitación oscura, afuera cae la lluvia y yo estoy sentada frente a la ventana viendo como lloran las nubes. Cierro los ojos y las cicatrices vuelven a abrirse, entonces empiezo a llover yo también.

Cada sonrisa, cada mirada, cada suspiro, cada tristeza, cada abrazo, cada palabra, cada recuerdo vuelve a mi mente, es inevitable extrañarte. Abro los ojos dejando salir un par de lágrimas y sacudo la cabeza, no… No quiero pensar más en tu ausencia, pero siempre está ahí y la siento cada día. Si supieras lo amargo que se siente, creo que llorarías también.


Me acuesto y escucho la lluvia, cierro los ojos otra vez… Si, me haces mucha falta.

lunes, 12 de agosto de 2013

¿Cuándo?

¿Cuándo? Una pregunta más en mi cabeza, tantas preguntas me confunden. Apoyo mi cabeza en la ventana del auto, esperando a llegar a mi destino, pero esperando también a que tú regreses, vuelve.

De mi viaje en mis pensamientos regreso por un momento y me doy cuenta de que hoy será un día lluvioso, que hermosa es la lluvia, pero hoy me recuerda a ti y pierde un poco su hermosura. Regreso a mi mente, estas tú, sonriendo y diciéndome un 'te quiero'.. Un momento, ¿volviste? Me perdí una vez más, confundida entre la realidad y mis pensamientos, regreso a mi verdad... no, no estas aquí. 

Vuelvo a apoyar la cabeza en la ventana del auto, confundida y admirando las gotas de lluvia, esperando a llegar a mi destino, pero esperando también a que tu regreses, vuelve... ¿Cuándo volverás? 

miércoles, 24 de julio de 2013

Si tú me dices ven lo dejo todo... Pero dime ven


Hoy estuve casi todo el día leyendo un libro excelente, ya lo tenía desde hace un buen tiempo en mi lista de “Libros por leer” pero a el no lo tomaba mucho en cuenta y como hoy no tuve casi nada que hacer, me puse a leerlo y… Me enganchó, no paré hasta terminarlo. Me pareció un libro de enseñanza, creo que muchas frases de allí las tendré presente durante toda mi vida, este libro me marcó. Se los recomiendo, se lee muy fácil, es corto y en toda la lectura estarás aprendiendo muchas cosas. Su nombre es, “Si tú me dices ven lo dejo todo… Pero dime ven” de Albert Espinoza.