lunes, 27 de abril de 2015

Jamás

Jamás llegué a tocar su piel. Jamás llegué a oler su aroma. Jamás llegué a contemplar sus ojos frente a frente. Jamás llegué a besar su sonrisa. Jamás llegué a rodear su cuello con mis brazos. 

Él jamás llegó a tocar mi piel. Jamás llegó a oler mi aroma. Jamás llegó a contemplar mis ojos frente a frente. Jamás llegó a besar mi sonrisa. Jamás llegó a tocar mi cintura con sus manos. 

Es complicado este sentimiento, de jamás haber tenido contacto físico con una persona pero si haber desarrollado un hermoso sentimiento. Un sentimiento de querer hacerlo feliz, de querer escuchar cada cosa que quiere decir, de entrar a su mundo así sea en la distancia. Que el me diga "me hace feliz que estés feliz", que me haga sentir que soy importante para alguien, que siempre me diga que cualquier cosa es posible, que me invite a soñar. 

Muchas personas quizás no me entiendan, yo sé que el amor a distancia no existe o es imposible, en realidad no estoy segura de si esto sea amor. Sólo sé que desde que lo "conocí", saber de él y lo que piensa, me ilumina aunque sea un poco cada día. 

La verdad, éste sentimiento es precioso, el querer que sea feliz a toda costa, así implique que esté lejos de mi, así implique que esté con otra persona. 

Yo sólo quiero que sea feliz, si él lo es, entonces yo también puedo sonreír.

Si yo lo soy, entonces él también puede sonreír. 

Ambos nos hacemos felices, y nunca nos hemos tocado. ¿Acaso eso no es hermoso?


Buenas noches. 

domingo, 5 de abril de 2015

Ojalá.

Ya perdí la cuenta de los días que han pasado y quizá eso ha sido un gran avance para mí, pero sólo ha sido en eso, perder la cuenta. Porque aún existían esos días en los que aguantaba las ganas de llorar y sonreía, cuando por un pequeño instante me acordaba de él, y lo más triste de todo, es que lo que estoy sintiendo lo causé yo, creyendo que pasarían cosas que sabía que jamás iban a pasar. 

Me torturo a mi misma, escuchando una y otra vez el arte que hacen sus manos, es inevitable porque siempre me había gustado. Pero qué horrible, que algo tan bonito me haga querer desaparecer por un instante. Qué horrible, que algo tan bonito me haga sentir al mismo tiempo dos emociones totalmente opuestas. 

Después de una ilusión siempre queda ese pensamiento amargo que por mucho que se intente, no se puede evitar. Ojalá pudiéramos borrar un sentimiento tan fácil como borramos ese pequeño error que cometemos al escribir una frase. Ojalá pudiéramos olvidar tan rápido, así como olvidamos el rostro de las personas desconocidas que vemos al pasar por las calles. Ojalá pasarán muchas cosas, entre todas esas, está él y quizá, nunca pase. 



Estoy aquí, pensándolo. Mientras él, quizá ni me recuerde.